El juez se convenció, a través de un completo informe, que comprendía grabaciones audiovisuales y fotografías aportadas por un detective, de que la mano derecha del trabajador, que se suponía que le había quedado inutilizada, en realidad estaba plenamente operativa.
Así lo acuerda en su sentencia número 33/2022 de 27 de enero, por la que anula la resolución del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), desde donde le habían reconocido la incapacidad permanente total. Y la ha transformado en una prestación por lesiones permanentes no invalidantes.
Esto supone que no percibirá los 200.000 euros que le habrían correspondido a Claver hasta su jubilación. En vez de eso, el magistrado le reconoce solo 6.800 euros.